sábado, 12 de noviembre de 2011

¿Cuanta soledad se puede soportar? Son casi las dos de la mañana. El blog solitario.
Puede ser porque la tristeza espanta... la gente le escapa a la tristeza o no la comprende. O no la ve o no la quiere ver. Me parece que es vista como una rareza de carácter. Tengo hambre de empatía.
Es posible que me falte humor... para presentar la tragedia como una historia divertida. Es decir presentar una tragedia como una ocurrencia, una historia para provocar empatía en los demás. Especialmente mujeres.

bueno, entonces... ¿como se llega al humor? ¿a la levedad del ser?

Me pregunto si alguien comprenderá mi ser y estar sin juzgar ni huirle ni ser indiferente. Eso es un hazaña en nuestra especie.


Incontinencia y desverguenza

El otro día casi cojo. Sábado. Estabamos con una chica a los arrumacos viendo "Un cuento chino". Mi plan era esperar al final de la película para proceder hacia el deseado coito. Pero cuando terminó la película (eterna) a ella le dio sueño y mi artefacto masculino se habia mojado por demás y ya no se "entusiasmaba". Antes de esperar pelotudamente al final de la película parecía que estaba todo bien y por buen camino. Qué iba a ser una buena revolcada. Pero no.

La acompañé a la parada del colectivo. Ella estaba cariñosa. Yo levemente cariñoso. Digamos que para mí el amor tiene que ver con las hormonas. No hay hormonas alborotando la sangre, entonces no hay amor. Puede parecer... lo que parezca, pero es así.

Ese sábado cuando nos encontramos cerca de la estación de subte, y caminabamos, ella dijo que aceptaba invitaciones para salir pero sin compromiso, nada de relaciones.
Pero el lunes próximo me insistió para que nos vieramos. Estaba encaprichada.
Finalmente arreglamos para vernos un rato.

Mientras viajabamos para Belgrano me dice que le cuente algo. Me pregunta si ella me inhibe que siente que estoy... todavía no recuerdo la palabra pero sonaba muy mal.
Nos bajamos del colectivo. Nos sentamos en una mesa de un bar, afuera. Le empiezo a hablar de algo, pero no me lleva el apunte y me dice que cuando sale con alguien espera expresividad. O sea me llamó inexpresivo. Le pregunto entonces ¿qué hace conmigo? No sabe responder.

Nos separamos. Ella intenta besarme en los labios, yo en el cachete. "¿Qué te pasa?" dice. "No sé como seguir después de lo que me dijiste. Creo que merece aclararlo". "Sí. Pero en otro momento." Y ahí se va fríamente, como si no le importara nada.

Si bien hay una parte necia de mi que aún la quiere, no me resulta triste dejar de verla.
Lamento dos cosas. Por un lado no habermela movido. Después de un año involuntariamente célibe.
Por el otro la pregunta ¿habrá quien me tome, me quiera, me acepte, me desee tal como soy?

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