miércoles, 2 de noviembre de 2011

El primer post

Estoy escuchando Skay Beilinson y al Indio Solari con sus respectivas bandas
y tomando un poco de vino para entibiar la sangre. Suenan muy bien estos dos tipos. Es una lástima que se hayan peleado, pero la verdad para mí es que está muy bueno lo que cada uno hace por su lado.

Ah, sí, primer post. Me asomo a la pregunta "¿tendré algún visitante?" En el blog anterior creo no tuve ni una visita pero bueno Caín es muy popular, es un personaje en en el libro más vendido de la historia, así que quizás este blog tenga mejor suerte.

¿Por qué "llevas la marca de Caín"? Bueno Dios pudo evitar el asesinato de Abel y no lo hizo y no sólo eso... él fue el juez que condeno las ofrendas de Caín y enalteció las de Abel sobre las de Caín provocando ese veneno de envidia mortal. Y yo a menudo me siento maldito.
Aún a pesar de lo dicho trato de tener una buena relación con el "más allá". Digamos una contradicción a veces polarizada. En mi experiencia... a veces no cabe duda de que hay un "más allá".
Y además por un tema musical del tal Skay.

Bueno voy a proceder a poner una texto mio para su apreciación o su indiferencia...

(es bastante nuevo tendrá un mes):




Recuerdo en almíbar

Recordé el almíbar
la película adolescente
torpe y pomposa
sin embargo
tan apropiada,
las caricias entre sábanas
riendo a viva voz
lo que murmuraban
el silencio
y sus labios en medialuna
replandecientes de almíbar

Mis tripas no se acordaron
de mi partida súbita y subordinada
de las dudas esquizofrenicas del amor
que no podía elegir
un solo tren ni todos
obnubilado de posibilidades y ambición,
del derrape desde el cenit
de la culpa, la confusión
galáctica
del planeta mutuo en peligro
y finalmente
olvidado

Recordé las sábanas compartidas,
su badajo
que reía
que tañía
en sus caderas
y sus labios
anunciando un cometa
una manzana abierta en dos
con su corazón sincrónico,
el calor que nos trepaba
y apretaba
como una boa cariñosa

Recordé lo que valía la pena desnudar de nuevo, trepé a su árbol casi imperceptiblemente fantasmal. Trepé buscandola de nuevo, buscando el astro que brillaba en ella, buscando poseerla de la única forma que puedo ahora, y trepé para que las fieras de la desgracia no me alcanzaran. No hay balance porque es pasado y al pasado no se le puede argumentar nada, no hay forma de que cambie de opinión, es terminante. A lo sumo leeremos en él lo que podamos y/o queramos y según nuestro lenguaje. Trepé a su árbol (ramificación curiosa del destino) y el recuerdo casi fue presente, y fluyó esperanzadoramente en estas palabras en almíbar. Una sonrisa en medio del Sahara.

No hay comentarios:

Publicar un comentario